domingo, 11 de octubre de 2009

El Cuento Número Trece, de Diane Setterfield


Título: El Cuento Número Trece

Título Original: The Thirteenth Tale

Autora: Diane Setterfield

Sinopsis:

Cuando una vieja escritora acostumbrada a mentir y una joven librera empeñada en saber la verdad se encuentran, regresan los fantasmas del pasado, los secretos de una familia marcada por el exceso, las cenizas de un incendio memorable y el perfil de un ser extraño que aparece y desaparece tras las cortinas de una mansión.


Puntaje:









Opinión:

Ok, la sinopsis no dice mucho… En realidad, la sinopsis no dice nada. Hay otras sinopsis dando vueltas, pero en mi opinión revelan demasiado y arruinan un poco el “misterio” del libro. Tan sólo digamos que Margaret, nuestra protagonista es la típica huraña que prefiere los libros a las personas. Pero pronto nos damos cuenta que no es tan típica… Alguien guarda algunos esqueletos en su armario… Si a eso le sumamos a la misteriosa Vida Winter, la escritora más aclamada del momento, y un cuento desaparecido…. Digamos que “Gol!” se queda corto.

Este es un gran libro, de historias dentro de otras historias, de misterio, de enredos, de verdad y de mentiras. Tiene un final inimaginable. Y sobre todo, bien escrito. Es muy interesante y tiene mucho carisma.

Es muy fácil ponerse en los zapatos de Margaret (por lo menos para mí, que soy una adicta a los libros, como ella). Y lo que me encanta de ella es que es muy honesta, siempre busca la verdad, y cuando la encuentra… tiene el carácter suficiente como para poder afrontarla, lo que no se puede decir de muchas personas.

Es un libro bastante corto, muy llevable, que te va a dejar la boca abierta en muchos lugares, y cuando termine directamente no podrás cerrarla (todavía escucho el ahhhhhh y una lamparita prendiéndose sobre mi cabeza una vez que debelé sus misterios, jeje).

Justo cuando pensabas que ya habías descubierto la verdad, todo pega un giro y vuelta a intentar otra vez. Me hacía acordar de esa frase “Justo cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, nos cambiaron todas las preguntas.” Y el finaaaaalll…. Ohhhh el finaaal… Si hay algo que me encantó fue, justamente El Cuento Número Trece. ;-)

Es un excelente libro para todos aquellos a los que les guste un inusual misterio… Pero, un aviso; esta novela está dirigida a un lector más maduro. Jóvenes adultos o adultos; me temo que los más jóvenes no podrán disfrutarlo como se lo merece.

Aún así hubo cosas que no me gustaron:

* A veces el tan llamado “misterio” se prolonga un poco. Lo mejor para ese momento es tomar un respiro y… seguir leyendo!!

* ¿Cuántas veces se puede leer la frase '¿Preparo el té?' sin querer escuchar hablar de té por lo menos en un mes? Diane Setterfield tiene la respuesta...

El conjunto, de todas formas, lo siguen convirtiendo en un muy buen libro.


Algunas frases:



  • Todos los niños mitifican su nacimiento. Es un rasgo universal. ¿Quieres conocer a alguien? ¿Su corazón, su mente, su alma? Pídele que te hable de cuando nació. Lo que te cuente no será la verdad: será una historia. Y nada es tan revelador como una historia.




  •  Cerré la puerta y dejé la llave de la tienda en el lugar acostumbrado, detrás de los Principios avanzados de geometría, de Bailey. Pobre Bailey. Nadie se ha interesado por su libro gordo y gris en treinta años. A veces me pregunto qué piensa de su papel de custodio de las llaves de la librería. Dudo mucho que sea el destino que tenía pensado para la obra maestra que tardó veinte años en escribir.




  • No tengo nada en contra de las personas que aman la verdad, salvo el hecho de que resultan ser una compañía tediosa.




  • Mi padre nunca me puso un libro en las manos, pero tampoco me prohibió ninguno. Me dejaba deambular y acariciarlos, elegir uno u otro con más o menos acierto. Leía cuentos sangrientos de memorable heroísmo que los padres del siglo XIX consideraban apropiados para sus hijos e historias góticas de fantasmas que decididamente no lo eran; leía relatos de mujeres solteras vestidas con miriñaques que emprendían arduos viajes por tierras plagadas de peligros, y leía manuales sobre decoro y buenos modales dirigidos a señoritas de buena familia; leía libros con ilustraciones y libros sin ilustraciones; libros en inglés, libros en francés, libros en idiomas que no entendía, pero que me permitían inventarme historias basándome en unas cuantas palabras cuyo significado intuía. Libros. Libros. Y más libros.




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3 comentarios:

barnsdale11 dijo...

Tengo que empezarlo de una vez por todas.

Buf, la portada aquella de las dos niñas... Casi parecen las gemelas de "El resplandor"...

Annie dijo...

Ese no lo leí. Igual es la portada de la re-edición. Personalmente me quedo con la original... :)

barnsdale11 dijo...

Yo también!! :D

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